Cuarenta y cinco minutos al este de Mérida se encuentra el hermoso pueblo de Izamal, en el cual se pueden apreciar los colores blanco y amarillo de su arquitectura, dándole un toque de brillo y revelando su legado histórico. Conocida como “La Ciudad Amarilla”, Izamal es una pequeña ciudad en la cual la herencia cultural maya se mezcla con la herencia cultural española, dando como resultado un ambiente encantador.
Izamal fue nombrado Pueblo Mágico en 2002 y es uno de los dos pueblos mágicos que se encuentran en el estado de Yucatán. Este pueblo amarillo ofrece una mezcla de cultura maya, colonial y moderna, así como un recorrido histórico que lo lleva al pasado. Desde el centro del pueblo se pueden apreciar cuatro enormes pirámides Mayas, incluyendo la pirámide Kinich Kakmó, la cual fue construida en honor al Dios del Sol. Abarcando toda una manzana, la impresionante estructura se encuentra al norte del centro del pueblo.
Convento de San Antonio de Padua
A través de la ciudad, los visitantes podrán descubrir múltiples iglesias españolas que fueron construidas sobre pirámides y altares mayas. Una de estas estructuras es el Convento de San Antonio de Padua, un monasterio franciscano que se considera uno de los monasterios franciscanos más antiguos de América. El convento se construyó sobre las ruinas de la antigua pirámide de Pap-Hol-Chac, después de que la destruyeran los españoles. Algunas de las piedras de la pirámide se utilizaron en la construcción del monasterio, y esto ocurrió de forma similar con otros edificios que se pueden apreciar a través del pueblo. El convento está pintado en color amarillo y su gran atrio, en el cual se encuentra una estatua de la Virgen de la Concepción, es el segundo atrio cerrado más grande del mundo, después del de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Visite el convento de lunes a sábado a las 8:30 pm para disfrutar de un impresionante espectáculo de luz y sonido llamado “La Luz de los Mayas”.
Además de su riqueza cultural e histórica, Izamal cuenta con una gran variedad de tiendas de artesanías, donde los visitantes podrán encontrar artículos elaborados localmente, como joyería, hamacas, ropa, arte folclórico, maderas de la región y mucho más. Tome un paseo en calesa, un pequeño carro jalado por caballos, por las hermosas calles adoquinadas del pueblo. Las calesas también lo pueden llevar en un recorrido por lo que los lugareños llaman “esquinas de leyenda” para que conozca los mitos y leyendas que esconde el pueblo.
Visite Kinich o El Toro para deleitarse con los sabores de la cocina yucateca, y para descansar por la noche, hospédese en el romántico Hacienda Hotel Santo Domingo, el cual ofrece un ambiente exótico muy cerca del centro de Izamal, o en Hacienda Sacnicte, el cual le ofrece una experiencia más sofisticada y elegante.
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