Todos los amantes del buen Arte y la Arquitectura están familiarizados con dos cosas: La primera es que la Ciudad de México es comparado con Berlín por ser una capital con mayor producción, difusión y contenedor de Arte Contemporáneo; la segunda es que las tiendas de los museos son siempre una parada necesaria.
Como espacio Arquitectónico las Tiendas de diversos museos se convierten en destino y no sólo como remate del museo, algunos ejemplos son: la tienda del MUAC en Ciudad Universitaria, el sótano del Jumex en CDMX, la tienda del TATE en Londres, del Centro George Pompidou y claro, la tienda del Museo Rufino Tamayo en la Cd de México.
El Museo es obra del Arquitectos Mexicanos Teodoro González de León y Abraham Zablusovsky, el cuál trabajó siguiendo los lineamientos del Artista Rufino Tamayo: creando un espacio con decisiones afortunadas como la ubicación, la luz y los materiales. El mismo museo forma parte de la colección de Rufino Tamayo. Hoy en día tiene un programa con algunas de las exposiciones temporales más importantes del país, imparte Talleres para toda la población desde niños hasta adultos, organiza su propia Bienal y por supuesto tiene una tienda en la cuál se puede pasar más tiempo que en el mismo museo.
La tienda tiene objetos, diseño y joyería de artesanos y artistas mexicanos, una colección de libros con teoría del Arte desde Walter Benjamín hasta folletos con propuestas contemporáneas sobre pensamiento estético. La tienda se vuelve un punto de reunión, con el restaurante que se encuentra conectado, la tienda como destino y no como transición.