Vivir la experiencia completa de Oaxaca significa dejarse envolver por los cinco sentidos constantemente. Esta es la verdadera magia que crea este lugar. El olor de la tierra húmeda, del mezcal ahumado, de las tortillas hechas a mano, la textura de la piedra en las calles, el color de la Arquitectura, la creación de la vegetación, el constante ir venir de los habitantes hacen de Oaxaca un lugar cálido, un espacio al que siempre se quiere regresar.
No sólo Oaxaca es famoso por tener el sitio Arqueológico de Monte Albán y Yagul cerca, por poder visitar el increíble espacio natural de Hierve el Agua, por tener una increíble variedad de bordados que representan las distintas zonas del estado; Oaxaca es rico también en su gastronomía y en la cantidad de experiencias que ofrece como Ciudad.
El Hotel Azul Oaxaca es una joya de refugio en el centro de la Ciudad. Mantiene el carácter artesanal que es identidad de la Ciudad de Oaxaca pero combinado con arquitectura y detalles contemporáneos. Esto en resultado es una sobriedad en materiales base como madera, concreto y acero combinados con azulejos del maestro Francisco Toledo, telas, mobiliario y detalles que sorprenderán por su estética refinada. El Hotel cuenta con diferentes Suites, cada una decorada de manera distinta, creando una experiencia diferente en cada visita. También cuenta con una terraza en la parte superior con vista al centro de al Ciudad, un restaurante exquisito que es imperdible por sus salsas hechas en el momento en molcajete, el servicio es estupendo y hará que te sientas en cada durante toda la estadía. El lugar, como debe ser en Oaxaca, está rodeado por obras de Arte de manera natural, siguiendo el recorrido estético desde la escaleras hasta la habitación.