México es un país extenso en territorio, rico en belleza, arquitectura e historia. Es un país de celebración eterna. Colores, olores, gastronomía, diversidad de clima, de cultura y tradiciones a lo largo y ancho del país crean espacios mágicos en cada esquina. No existe mejor escenario para vivir las fechas más importantes de la vida, como lo es casarse. Unir tu tiempo y vida con esa persona especial.
Uno de los tesoros mexicanos es el sureste del país. Con el Mar caribe siempre dándole luz al paisaje, el clima tropical, la gente cálida, la exquisitez de la gastronomía Yucateca y los espacios maravillosos que tiene. Haciendas con el tiempo marcado en los muros de piedra, la vegetación abundante, los pisos de mosaicos, las fachadas de más de 70 metros de largo, murales pintados a mano, y el sabor especial de cada una de ellas. La favorita de muchos es la majestuosa Hacienda Uayamón, construida en 1700 en Campeche.
La Hacienda es la definición de misticismo y magia. El sonido natural de los animales que habitan la Hacienda es la música de este lugar; el canto de las ranas y los pájaros y otros animales selváticos. Tiene una alberca al aire libre con hamacas y columnas de piedra como preexistencia que se lleva a un lugar fuera de este planeta, cuenta con un spa para relajar el alma y cuerpo y por las noches ofrece cenas románticas a la luz de las velas con una cocina a base de mariscos y comida de la región. La Hacienda Uayamón es el lugar perfecto para ir de luna de miel, para hacer tu boda o un escape romántico inolvidable.