Hacienda San Pedro Ochil contiene todas las delicias de Yucatán, desde la gastronomía, hasta la vegetación, pasando por la cultura y la arquitectura. Está ubicada en el kilómetro 175 de la carretera Umán – Muná, a tan sólo 40 minutos de la ciudad de Mérida. Entre sus atractivos principales se encuentran el restaurante de comida típica yucateca, en donde se deleitan unos ricos panuchos o la deliciosa cochinita pibil; también hay talleres artesanales, un estanque para nadar y una tienda de regalos. El Museo de las Haciendas Henequeneras muestra a los asistentes el proceso que se ha usado desde hace 1 siglo para extraer el hilo del henequén y convertirlo en productos cotidianos; este proceso fue la base de la economía yucateca por muchos años. Los paseos en truc también son un clásico del lugar y consisten en subirse a unas plataformas de madera que son jaladas por mulas, tal y como se usaba en las épocas de las haciendas. Disfrutar del lugar tal y como si estuvieras viviendo en esos tiempos hace la experiencia mucho más enriquecedora. Pareciera que las plantas y la arquitectura fueran ambas una creación de la naturaleza que fueron hechas en sinergia para adornar el lugar. Una vez más, Yucatán nos demuestra por qué es un destino digno de visitar más de una vez.