La recuperación de un espacio que es catalogado como Monumento Histórico por el INAH en nuestro país limita mucho la imaginación del arquitecto, en este caso logró convertirlo en la herramienta más poderosa. Un edificio recuperado, con un nuevo uso debe dar un discurso obligadamente interesante. Así es el caso del Bar en la Calle 64 en la hermosa capital yucateca, Mérida. Para los amantes a las sorpresas, esta ciudad es un paraíso. Las fachadas conservadas con distintos colores, con los materiales heridos por el tiempo crean una atmósfera maravillosa. Con el talento mexicano, atrás de cada puerta que cierra estas hermosas fachadas se encuentra un mundo diferente. Ya lo hemos visto en Casa Lecanda, Coqui Coqui, Rosa Xocolate y muchos espacios más.
El proyecto arquitectónico se vio limitado por la propia naturaleza del edificio, recuperando elementos arquitectónicos existentes como la restauración de puertas en los casos que se vio como una posibilidad y la sustitución de las faltantes con réplicas, dos techos fueron recuperados y reconstruidos con la misma exactitud con la que solían proteger el interior del edificio, los acabados en muros y la consolidación de los espacios tal y como se encontraban en el tiempo original. Se respeto también el elemento que marca la vida: el tiempo el pequeñas huellas del interior. El resultado fue un bar poco convencional, dando recorridos sorprendentes a los visitantes, teniendo una identidad propia como nuevo uso pero permaneciendo fiel a la estructura original. Lo único extra fueron los baños ubicados al fondo del patio, se convirtió entonces en la tarea más difícil, incluir elementos contemporáneos en el intocable antiguo recinto. Concreto aparente fue la solución más sencilla.
El proyecto de interiorismo buscó expresar el sentimiento de industrial y rústico, utilizando materiales que no se encontraran como tal en la época original del edificio: hierro y madera. Las instalaciones quedaron aparentes para subrayar el sentido industrial. Es sin duda un espacio maravilloso que se debe disfrutar desde estética, histórica y arquitectónicamente. Si encuentran la fachada azul dentro de la Calle 64 no duden en entrar y dejarse sorprender.