El Centro Histórico de la Ciudad de México es uno de los espacios más maravillosos del país. No sólo por ser génesis de la Ciudad, por tener la Catedral Metropolitana, el Templo Mayor y el espacio que forma el zócalo capitalino. Es lugar de historia, de unión con la cultura origen: los aztecas, con el poder de la iglesia y los edificios que contienen a los gobernantes del país y ciudad. Es un núcleo que simboliza el tiempo y la historia. Más allá del zócalo, contiene la historia de la Ciudad en muchos de los Edificios que le dan vida y forma: Antiguos Palacios, Casonas de las familiares pilares del país, los comercios iniciales y sobretodo contiene la vida diaria de una de las ciudades más transitadas del planeta. El Centro Histórico es una experiencia completa para sentir el folclore mexicano en todo su esplendor. Se necesita caminarlo y sumergirse en él para vivirlo adecuadamente.
Al adentrarse se podrá encontrar el mágico espacio que es el Hotel “Downtown México” ubicado en la calle Isabel la Católica. El Hotel Downtown forma parte de la cadena del Grupo Habita, concepto creativo y concepción general por el socio director Carlos Couturier. No hay duda de exclusividad y lujo al ir a uno de los Hoteles del Grupo Habita, son indiscutiblemente generadores de experiencias que se quedan para siempre en la memoria de las personas que los habitan. En esta ocasión el hotel se encuentra en el Antiguo Palacio de los Condes de Miravalle construcción del siglo XVII remodelada por Cherem Arquitectos. La invitación al espacio es sumamente abrumadora, el espacio te recibe por medio de una puerta virreinal majestuosa, túnel que dirige a una atmósfera completamente diferente a la de la vivencia en las calles pero aún con el sentimiento de encontrarse en el Centro Histórico de la Ciudad de México. El carácter del espacio es virreinal con intervenciones contemporáneas, logrando una sensación del México Contemporáneo con sencillez y el mejor gusto.
En el Patio Interior del Antiguo Palacio se encuentra el restaurante “Azul Histórico” que forma parte de los restaurantes de comida mexicana con la más alta excelencia en sabores y calidad, dirigidos por el reconocido Chef Ricardo Muñoz Zurita. La experiencia gastronómica también ofrece al público el restaurante “Padrinos, Cocina de Barrio” y el exquisito “Punta Arena”. El último con un Jardín Vertical espectacular, obra de “Verde Vertical” por el Arq. Fernando Ortiz Monasterio.
Rodeando el patio interior donde se encuentra el Azul Histórico se encuentran una lista de prestigiadas tiendas y galerías para complementar la experiencia de lujo. Entre ellas se encuentran: la tienda de artesanías Caracol Púrpura, la panadería Da Silva, la mezcalería La Botica, los mejores chocolates de “Que bo”, la galería de Arte Bálsamo, Algarabía y muchas más. Al cruzar la estancia con los restaurantes y las tienda se accede al espacio que forma el hotel y es exclusivo para huéspedes.
“Downtown México” ofrece la mayor comodidad y belleza para disfrutar el Centro Histórico de la Ciudad de México combinando elementos coloniales e indígenas con contemporáneos. El hotel cuenta con diecisiete habitaciones de lujo y “Dowtown Beds” con setenta y ocho camas acomodadas en cuartos que van desde dieciséis hasta tres personas. Además de disfrutar de las hermosas recámaras con mobiliario de Paul Roco, Pablo Igartúa y Rodrigo Berrondo, se puede disfrutar dentro de una de las residencias más antiguas de la zona un fresco por el muralista Manuel Rodríguez Lozano titulado “El Holocausto” localizado en el balcón central del palacio espacio donde se toma el desayuno y es el acceso a las habitaciones. Una característica que ha hecho a Dowtown México un éxito es la piscina que tiene ubicada en la azotea, con camastros amarillos, una vista panorámica maravillosa del Centro Histórico un jacuzzi y un bar , logran crear el combo perfecto para hacer una tarde soleada inolvidable.
“Downtown México” es indudablemente un espacio mágico digno de visitarlo tanto para satisfacer el paladar, la vista y la emoción que da estar en una gran ciudad, no sólo por la calidad en el servicio, la maravillosa gastronomía, el impecable diseño y comodidad sino por disfrutar de la Arquitectura del Siglo XVII y sentir a México desde el corazón de la Ciudad.